LA REALIDAD COMPLEJA DE LA GEOMETRÍA OCULTA DE LA MEMORIA



Durante el curso 06/07 de la unidad M+T en la ETSAM, escuché del profesor Luis M. Mansilla que «la arquitectura sólo 'sucede' cuando los intereses del arquitecto coinciden en la 'forma' con los que tiene la sociedad». Sospecho que, en su afirmación, la palabra 'forma' se refiere al 'modo de hacer' las cosas, y no a una configuración física determinada.
Lo que aprendí de esta frase es que la arquitectura es precisamente esa intersección entre los intereses personales y colectivos. Aunque escuché la frase de labios de Luis M. Mansilla, es difícil saber si no fue dicha al unísono por él y Emilio  Tuñón, como parte de una de sus Conversaciones de viaje. De aquí proceden todos los textos citados.
Propongo el sistema diédrico de proyección como imagen capaz de representar una realidad conjunta definida por aspectos independientes. Abatidas sobre la línea de tierra, las proyecciones de un cono, un triángulo y un círculo, parecen difícilmente conciliables y, sin embargo, permiten restituir un volumen coherente.

α'
«[...] tanto el valor de nuestro contacto con la arquitectura como con la propia vida, dependerán de la calidad de nuestro conocimiento personal, basado en el análisis crítico de hechos memorizados a partir de la experiencia individual, y en procesos históricos fruto de una cierta experiencia universal.»

α''
«La proyección y la identificación […] son dos posibilidades complementarias para conocer y obtener significados, ambiguamente nuevos y antiguos, de una realidad exterior en continua transformación.»

[α]
«[…] el arquitecto recurre a una continua alteración del lenguaje mediante la yuxtaposición de elementos conocidos en combinaciones nuevas y diferentes, de tal modo que las cosas ordinarias se presentan con un aspecto poco habitual.»

O'
«El trabajo del arquitecto tiene interés como proyección de lo subjetivo, propio de la curiosidad humana, sobre lo objetivo de los sistemas, propio de la optimización contemporánea.»

O''
«[…] donde con unas tijeras se recorta un fragmento de la ley. […] como si […] uno apenas dispusiera un tablero de juego, donde la partida está por empezar. Una partida en la que, a pesar de tener unas reglas muy estrictas, […] las jugadas pueden ser infinitas.»

[O]
«Si los proyectos pudieran ser como la naturaleza, no en su forma –ese organicismo no nos interesa- sino en su modo de producción, en su modo de hacerse… estaría bien, porque ya no serían nuestros.»